viernes, 17 de agosto de 2007

Oruga

Es curioso como las cosas se revelan… hace un tiempo apareció ante mi el primer paso para plegar las alas de la libertad... comprendí que el dolor es la única cosa que realmente enaltece y muestra nuestro verdadero corazón. En esos tiempos mi alma no tenia fuerzas para las batallas y las perdía antes de pelear... casi sin esperanzas, pues las traiciones contra mi abundaron siempre en mi historial. Sobre todo de las femmes... por esto las contemplaba con desprecio.

Solo la gracia de una mujer puede producir en el hombre tanta energía que es capaz de mover montañas, con encanto de simpatía y aceptación aparece de la nada a este cuerpo ensangrentado, afligido, un cristal de luz roja.

Un cristal con dueño que se tuerce con delicadeza hacia mi lado inspira solo el más puro temor de un cielo cayéndose encima.

Tan terrible belleza que de solo pasar quebraba el cuello de los hombres, traspasaba el pecho de las mujeres, y el sonido de su voz las decapitaba de una estocada limpia.
El accidente contribuye solo a la caída de la primera piedra para ocasionar la avalancha y aquí un dialogo simplemente basto.

Las palabras se convertían en los pensamientos de la cabeza del otro, al punto que el hablar se convirtió en una formalidad, excepto por una sola cuestión... los sentimientos, dentro mió conjurando a todos los dioses trataba de contener mis instintos. He aquí donde las batallas empiezan a convertirse en épicas y solo nos gobierna la locura de justificar los medios por un fin.
Inevitable para nosotros los guerreros el no enamorarnos de una mirada inocente con pupilas de fuego... como planta carnívora atrae a la mosca con el dulce aroma de su interior, hasta mostrar orgullosa sus letales dientes.

Y las batallas con mis rivales avivaban dentro mío la furia de un dragón, mis palabras convertidas en fuego de ira y sabiduría robada, convertía de la nada sus lanzas en flores y mis flores en meteoros. Sin embargo no tenía el poder para combatir a una deidad, y menos mujer. La graciosa Venus es a quien no podía detener... no contra mi... sino contra ella, y aquí donde empecé a caer, mis enemigos estaban acompañados de la gracia de ella... yo con la gracia del ares, a pesar de ser de la misma naturaleza, no tuve oportunidad, mas el en este territorio es gallo de otro lugar.

En un nuevo páramo amanezco y sus confidencias asolan mi alma, el suelo se agrieta emanando luminosa lava, el cielo negro grita con estruendos comparables con explosiones, solo superado por gritos junto al rugir de olas clamando la pregunta eterna… “¿por que?”.

Solo la nausea de ser tan inferior y no poder manipular ciertas cosas levantan la ira a niveles inimaginables... controlar todo aclamaba mi alma, puño de hierro con cada ser viviente, ojos de relámpago y el reclamar palabras de un necio... “si yo caigo el mundo caerá conmigo”. Es la tonta necesidad de ser compadecido, este vil sentimiento comparable con el de un parásito que depende del afecto de los demás para poder sobrellevar su miserable existencia. Sin embargo lo sentí.

Afortunadamente, aún en el más profundo de los abismos, si dilatas lo suficiente las pupilas encuentras luz; y con ella bastó para darme cuenta que mi derrota era más que obvia.

Contemplando mis manos llenas de sangre recordaban mi desdén y allí emprendí mi última voluntad para esta batalla... ya que no puedo ser feliz que no sea en vano... pues sin querer me di cuenta que su alegría divina estaba vinculada conmigo y nada de esto era su culpa... solo una forma de terminar esto era posible... mi destrucción en su cabeza era la solución, destruir mi imagen en su mente y formar otra digna del olvido se convirtió en mi consuelo... por primera vez mi voluntad no quebró y con pena inicie mi marcha.

Levanté mi espada torpe contra ella con toda mi fuerza y con los brazos arriba dejé descubierto mi pecho. Sin dudarlo al ver mi acto ella atravesó mi pecho con ojos llenos de pena. Solo pude contestarle con una pequeña sonrisa. De un solo ademán retiro la espada y se fue por su camino sin mirar atrás.

Tontamente pensé que me socorrería (en el fondo sabia que no iba a pasar,) y reía por mi pensamiento tosiendo sangre.

Solo cumplí con esta tarea con profundo pesar y sus heridas en mi cuerpo de vez en cuando vuelven a sangrar.

He aquí donde me convertí en figura de olvido para la persona más importante de mi vida... las cosas tenían poco sentido de ser.

Después del dolor viene una paz tan inmutable que se convierte en una rutina espantosa…

5 comentarios:

nahuel dijo...

Hola pigu: muy bueno el testo. Le mando un abrazo larga distancia y a cobro revertido.

nahuel, sin serlo totalmente.

Anónimo dijo...

Grande, piguyo...¿en qué andarás que no posteás? Espero que tu jardín babilónico de plantas carnívoras no te haya devorado las entrañas.

nahuel dijo...

lo prometido:


MARCHA SONCHAI

Onerosos japoneses
de gravoso andar
escuchando j-rock
silabeando un j-pop
sobre fondo minimal
sobre planos en white
algo con color
en sus multicolor
post-y2k i-pods
los suenan con bigger
and bigger headphones.

FIREFOX dijo...

MARCHA SONCHAI II

Onerosos japoneses
de gravoso andar
con sus huesos de pajaro
break dance
se ponen a bailar
volandole enrededor
mariposas bi color
hechas con flash
al terminar
capuchas blancas
tapan su champas
y finalmente con su wii
se ponen a espadear

rocio dijo...

holas!!!bueno aqui paso y dejo mi huella(que lo tendria que haber hecho hace bastante tiempo),muy buenas palabras,en algunos tramos de esta historia...me siento identificada...sera por q me gusta la forma q tenes de expresar todas esas cosa?....bueno..la verdad sin palabras...
solo un abrazo fuerte!! y nos veremos por ahi...y sino...a la vuelta de tu casa esta la mia..asiq...jaja!!!

besos!!!